lunes, 28 de septiembre de 2009

Ñat y Ñet (La brasa roja)



Ñat: ¿Fuego?
Ñet: …
Ñat: ¡Señor Ñet!
Ñet: ¿Si?
Ñat: ¿tiene usted fuego?
Ñet: ¿Por qué habría yo de tenerlo? La pirotecnia siempre me ha parecido una exageración
Ñat: ¿y los pirómanos?
Ñet: Todos primos míos, hijos de una tía que conocí en el tren a Puntarenas. Yo vengo de una familia incendiaria.
Ñat: Ese es un bonito recuerdo: la brasa roja
Ñet: ¿Conoce usted a mi tía?
Ñat: No. Hablo de mi padre. Cuando era niño viajábamos seguido al Puerto en un tren largo que se enhebraba por los túneles.
Ñet: No veo nada extraordinario en ello, eso es lo que los trenes hacen.
Ñat: Era la brasa. En la oscuridad del túnel sólo existía la brasa roja del cigarrillo de mi padre. A veces ardía fuerte y uno podía adivinar un bigote.
Ñet: ¡Qué cosas las suyas! Por cierto, ¿tiene usted fuego? Se me antojó un cigarrillo.
Ñat: Sírvase

1 comentario:

Marga dijo...

Yo tambien disfruto esa brasa roja... esa que igualemente me recuerda a mi padre y a su bigote